Cuando lo que pensamos y lo que sentimos no coinciden...

... Una emoción es el reflejo de la mente en el cuerpo...
Pero a veces hay un conflicto entre ambos: la mente (lo que pensamos) dice "no" mientras la emoción (lo que sentimos) dice "sí" o al contrario.

Si queremos conocer realmente nuestra mente, el cuerpo nos dará siempre un reflejo verdadero. Si hay un conflicto aparente entre nuestros pensamientos y nuestros sentimientos, el pensamiento será la
mentira, la emoción será la verdad. No la verdad última sobre quienes somos, pero sí la verdad de nuestro estado mental en ese momento.
Observar una emoción es lo mismo que escuchar un pensamiento. La única diferencia es que el pensamiento está en nuestra mente y una emoción se siente en el cuerpo.
Para saber que nos pasa real y profundamente, debemos observar la señales de nuestro cuerpo...
Si practicamos esto, todo lo que es inconsciente saldrá a la luz de nuestra conciencia.

Para observar nuestras emociones debemos preguntarnos habitualmente:

¿Qué pasa dentro mio en este momento?

Esta pregunta nos orientará en la dirección correcta. Pero no hay que analizar, simplemente observar... Enfocar nuestra atención en el interior.
Sentir la energía de la emoción. Si no hay emoción presente, llevar nuestra atención más profundamente al campo de energía interior de nuestro cuerpo. Es la puerta de entrada al Ser.
Básicamente, todas las emociones parten de una emoción básica llamada "sufrimiento".

Una de las principales tareas de la mente es combatir o suprimir este sufrimiento emocional, pero todo lo que puede lograr es ocultarlo temporalmente. De hecho, cuanto más se esfuerza la mente por librase del sufrimiento, mayor es este. La mente nunca puede encontrar la solución, porque ella misma es una parte del "problema". Para terminar con nuestro sufrimiento debemos liberarnos nuestros pensamientos y observar nuestros sentimientos. Entonces la mente es derrocada de su lugar de poder y el Ser se revela como su verdadera naturaleza...

El poder del ahora...adaptación.