Somos lo que pensamos...

LO QUE TU PIENSAS SE MANIFIESTA.

"Los pensamientos son cosas". Es tu actitud la que determina todo lo que te sucede. Tú propio concepto es lo que tú ves, no solamente en tu cuerpo y en tu carácter, sino en lo exterior; en tus condiciones de vida: en lo material, sí, tal como lo oyes. Los pensamientos SON COSAS.

Tu vida, lo que te ocurre, obedece a tus creencias y a lo que expreses en palabras. Es una ley. Un principio.
Es una ley invariable que no falla jamás. Esta ley se llama EL PRINCIPIO DE MENTALISMO. Tu actitud negativa o positiva ante los hechos, determinan los efectos para ti.
Felizmente existe la manera de borrar todas esas creencias falsas y de sustituirlas por correctas, que no solamente produzcan condiciones y circunstancias positivas, buenas, felices, correctas, sino que, una vez corregido el error y establecida la Verdad en el subconsciente, nunca más podrán volver a suceder las cosas negativas en nuestras vidas. La orden ha sido cambiada. Es absolutamente imposible atraer algo que no encuentre ya su correspondencia en nosotros.
La fórmula infalible es la siguiente: Cada vez que te ocurra algo indeseable, debes decir mentalmente o en voz alta, como quieras. "No lo acepto"(…)

Cada palabra que se pronuncia es un decreto que se manifiesta en lo exterior. La palabra es el pensamiento hablado.

Déjame darte la fórmula metafísica para obtener cualquier cosa que uno desee.
Es una fórmula. Hay que emplearla para todo. Compruébala por ti mismo. No me lo creas ciega-mente.

"Yo deseo... (tal cosa). En armonía para todo el mundo y de acuerdo con la voluntad divina. Bajo la Gracia y de manera perfecta. Gracias Padre que ya me oíste".

Ahora no dudes por un solo instante. Has empleado la fórmula mágica. Has cumplido con toda la ley y no tardarás en ver tu deseo manifes¬tado. Ten paciencia. Mientras más tranquilo esperes, más pronto verás el resultado. La impa¬ciencia, la tensión y el ponerse a empujar mental¬mente destruyen el tratamiento (La fórmula es lo que en metafísica se llama "un tratamiento").

Para irte fortificando la fe, haz una lista de cosas que deseas o que necesitas. Enumera los objetos o las cosas. Al lado de esta lista haz otra enumerando cosas que deseas ver desaparecer, o bien en ti mismo o en lo exterior. En el mismo papel escribe la fórmula que ya te di más arriba. Ahora, lee tu papel todas las noches. No te dejes sentir la menor duda. Da las gracias de nuevo cuantas veces pienses en lo que has escrito. A medida que veas que se te van realizando las cosas enumeradas, ve tachándolas.

EL LIBRITO AZULConny Méndez

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